El masaje regular ayuda a dar flexibilidad al tejido del perineo manteniéndolo elástico y aumentando así la posibilidad de tener un parto sin episiotomía.
Desarrollado junto a matronas y farmacéuticos, y testado dermatológicamente, incluso en pieles sensibles. Sin conservantes, colorantes, perfumes sintéticos, ni sustancias de origen petroquímico. Apto para veganos.
Ingredientes
Prunus Amygdalus Dulcis Oil Triticum Vulgare Germ Oil Fragrance 1 Limonene 1 Linalool 1 Citronellol 1 Geraniol 1 Citral 1 Eugenol 1
Consejos de uso
Empieza progresivamente el masaje, necesitarás unos días para familiarizarte con la técnica y la zona. Lo normal es conseguir el masaje ideal después de una o dos semanas, pero depende de la tolerancia de cada mujer. Tener en cuenta que no hay que acceder de modo profundo, sino solo trabajar la entrada. No realices el masaje si estás molesta o con vaginitis. Realizar el masaje de perineo 3 o 4 veces por semana durante unos 5 o 10 minutos, a partir de la semana 34 del embarazo.
Inicia tú misma el masaje con el aceite prenatal, primero en el introito y al final en labios y zona perineal, formando una U entre la vagina y el ano.
Introduce el dedo pulgar y desliza un arco, todo lo que puedas, varias veces y luego ve presionando hacia abajo y hacia afuera, punto por punto como las horas del reloj. Mantén la presión unos segundos hasta notar la sensación de tirantez o escozor, pero nunca dolor.
Al final introduce los dos pulgares presionando hacia los lados, hacia abajo y hacia afuera, despliega y distiende la base de un triángulo que formaría el vértice superior de los labios y la base cuyos vértices lo forman nuestros dedos. Esta posición es muy eficaz, mantén varios segundos (entre 10-30”) y repite varias veces.